domingo, 17 de noviembre de 2013

ENFRENTANDO LA IRA

Cuando una persona llega a ser cristiana, su conducta y personalidad deben pasar por ciertos cambios. Uno de esos cambios tiene que ver con el temperamento. Un cristiano debe reaccionar de una manera cristiana. No debe perder el control.
Esta lección tratará el problema de la ira y del mal genio. Veremos la causa básica del mal genio y aprenderemos cómo podemos librarnos del pecado del enojo.
LA DESTRUCTIVIDAD DE LA IRA
El primer hombre que descubrió el poder destructivo de la ira, fue Caín. Caín y su hermano Abel, fueron los dos primeros hijos de Adán. Cuando estos hijos llegaron a ser adultos, Caín se hizo agricultor y Abel era pastor de ovejas.
Abel trajo un cordero como ofrenda Caín trajo frutos de sus cosechas
A Caín y Abel se les había enseñado la forma correcta de adorar a Dios. Sabían que Dios exigía la ofrenda de un animal inocente como sacrificio por sus pecados. Pero cuando llegó el tiempo de adorar al Señor, sólo uno de los hermanos obedeció a Dios. Abel trajo un cordero como ofrenda, pero Caín trajo frutos de sus cosechas.
Dios aceptó a Abel y su ofrenda, pero rechazó a Caín y la suya. Como resultado de esto, Caín se enojó mucho. Estaba enojado con Dios y tenía envidia de su hermano.
Caín mató a su hermano porque aquél no controló su ira.
Dios le advirtió a Caín de las consecuencias de su ira. El mensaje de Dios para Caín era éste: “¡Cuidado! Tu ira es como un león esperando a tu puerta. Debes controlar tu ira o ella te controlará a ti”. Pero Caín no respondió a la advertencia de Dios. Sus celos hacia su hermano Abel se transformaron en odio.
Un día en que Caín y Abel estaban juntos en el campo, Caín se levantó contra su hermano y lo asesinó. Así, el primer hombre nacido en este mundo se hizo asesino porque no controló su ira.
ENFRENTANDO LA IRA
Igual a Caín, tenemos al “león” de la ira dentro de nosotros. Debemos controlarlo o él nos controlará a nosotros. Dios no ha dicho que nunca debemos enojarnos, pero nos ha advertido del peligro de la ira descontrolada. La Biblia dice:

Airaos, pero no pequéis; no se ponga el sol sobre vuestro enojo (Efesios 4:26).
La ira es la más violenta de las emociones humanas. Debido a que involucra sentimientos tan fuertes, la ira está muy cerca del pecado. La Biblia no dice: “Sé bueno y no peques”, o “Ama, pero no peques,” porque la bondad y el amor están muy lejos del pecado. Pero cuando estamos enojados, estamos en peligro de pecar. Alguien ha dicho: “Si vamos a enojarnos y no pecar, podemos enojarnos solamente contra el pecado”.
HAY TRES COSAS QUE PODEMOS HACER CON NUESTRA IRA:

1 Podemos expresarla.
La ira descontrolada produce gran daño.
Cuando la ira está fuera de control, hace gran daño. Cuando nos enojamos tanto que deseamos arremeter contra alguien y herirlo, estamos cometiendo un gran pecado. Lo llamamos “perder el control”. A veces pensamos que demostramos lo fuerte que somos cuando nos descontrolamos, pero perder el control es señal de debilidad, no de fuerza. La Biblia dice:
No te apresures en tu espíritu a enojarte; porque el enojo reposa en el seno de los necios (Eclesiastés 7:9).

2 Podemos suprimirla.
El guardarse la ira te hiere y continúa hiriéndote.
Suprimir la ira es guardársela adentro. Hay personas que se enojan y expresan su furia abiertamente. Otras tienen los mismos sentimientos de ira, pero logran guardarlos dentro de sí.
La ira que se guarda o se mantiene encerrada dentro de nosotros, nos hiere y continúa hiriéndonos. Se convierte en resentimiento y amargura y puede causar una depresión o también muchas clases de enfermedades físicas.

3 Podemos confesarla.
Habla con Dios acerca de tus sentimientos de enojo.
La mejor manera de tratar con los sentimientos de enojo, es hablar con Dios acerca de ellos. Ésta es una buena forma de desahogarse sin pecar. Dios nos conoce mejor que nos conocemos a nosotros mismos y siempre será comprensivo con nosotros.

El sólo estar en la presencia de Dios nos ayuda a calmarnos. También nos ayuda a ver las cosas en su perspectiva correcta. Muchas veces nos damos cuenta de que lo que nos molestaba tanto, en realidad no era tan importante.
Debemos Luchar contra el Pecado del Mal Genio
El mal genio es la ira descontrolada y esto siempre es malo. Cuando perdemos el control, sólo queda una cosa por hacer. Debemos confesárselo al Señor como pecado y confiar en la sangre limpiadora de Cristo. Si hemos ofendido o herido a otras personas debemos, desde luego, pedirles perdón.
No importa cuántas veces pierdas el control, debes arreglar las cosas con los demás cada vez. Esto te ayudará a ser humilde y a ver el daño que haces con tu mal genio.
Es mejor no buscar a la otra persona si todavía estás molesto; espera hasta que estés calmado y luego ve y arregla las cosas con ella.
Debemos Buscar la Causa del Mal Genio
Bajo el poder del YO.
Aunque confesemos fielmente nuestro pecado a Dios cada vez que perdemos el control, seguimos teniendo un problema. El problema es que seguimos haciendo la misma cosa vez tras vez. Perdemos el control y lo confesamos. Después perdemos el control de nuevo y de nuevo lo confesamos. Y hacemos lo mismo una y otra vez. No importa cuánto nos esforcemos, seguimos perdiendo el control.
¿Hay algún remedio para este problema? ¡Sí, lo hay! Lo primero que debemos hacer es descubrir qué es lo que nos causa esa pérdida de control.
La Biblia no dice mucho sobre el mal genio. La razón es que la Biblia se preocupa por la raíz que causa el mal genio, y no sólo por el mal genio en sí.
La raíz que causa el mal genio es EL YO.
¿Cuál es la raíz del mal genio? ¡Es el YO! Esto es lo que produce el mal genio. Cada vez que el mal genio se expresa exteriormente podemos estar seguros de que hay un “YO” enojado por dentro. Podemos esforzarnos mucho en controlar nuestro mal genio pero a menos que nos enfrentemos con el “YO”, seguiremos enojándonos y descontrolándonos.
Veamos algunas situaciones que producen el mal genio para que podamos ver más claramente que el YO es la causa real de nuestro mal temperamento.
• Alguien nos desprecia.
Ser menospreciado o rebajado por los demás, es una de las causas más comunes del enojo. Alguien dice algo desagradable o hiriente acerca de nosotros, y nos enojamos por dentro. Nuestro orgullo ha sido herido. Esto es sólo una de las muchas formas del YO.

• No podemos salirnos con la nuestra.
Somos obstinados y decididos a salirnos con la nuestra. Cuando alguien se nos opone y no podemos hacer lo que queremos, tal vez nos ponemos de mal humor, de mala cara o damos rienda suelta a nuestra ira. ¿Cuál es la causa real de este mal genio? Es el YO.

• Otra persona recibe más honores que nosotros.
Los malos sentimientos provienen del YO.
Nos gusta que los demás nos respeten y admiren. Por esta razón nos ponemos celosos de otras personas cuando tienen éxito. Los celos se transforman pronto en ira cuando alguien obtiene el empleo o el honor que nosotros deseábamos. Nuevamente la causa real de estos sentimientos malos es el YO.
Estas son sólo unas pocas situaciones que producen el mal genio, pero nos demuestran que la raíz que causa ese temperamento es el YO. Puede ser que no nos demos cuenta, pero la razón principal de todo nuestro descontento es que nos amamos a nosotros mismos y queremos agradarnos. Mientras sigamos haciendo de nosotros mismos el centro de todo, reaccionaremos con ira cuando cualquier persona se nos oponga.
En resumen, el mal genio proviene del ser interno. Proviene del YO. Y hasta que no se trate el problema del YO, el problema del mal genio no será resuelto.
NOTA: Hay una parte de mi ser interno que debo aceptar y un YO que debo negar. Debo aceptarme a mí mismo como una persona única y especial que Dios ha creado. Pero debo negar ese YO, esa vida egoísta y pecadora que es una forma de la carne.
El Remedio de Dios para el Yo
Porque el YO es tan desagradable a Dios y tan destructivo para nosotros, Dios hizo algo al respecto.
Dios trató con el YO colocándonos en Cristo en la cruz
¿Qué es lo que hizo Dios respecto al YO? Dios trató con el YO colocándonos en Cristo en la cruz. Cuando Cristo fue crucificado, nosotros fuimos crucificados con Él.
¿Por qué Dios nos crucificó con Cristo? Nos crucificó con Cristo para que pudiéramos dejar de ser controlados por el YO. La Biblia dice:
Sabiendo esto, que nuestro viejo hombre (el YO anterior) fue crucificado juntamente con él, para que el cuerpo del pecado sea destruido, a fin de que no sirvamos más al pecado (Romanos 6:6).
Dos realidades grandes y verdaderas para cada cristiano son:
(1) Cristo murió por nosotros, y
(2) nosotros morimos con Cristo.
Las grandes verdades concernientes a nuestra unión con Cristo en Su muerte, sepultura y resurrección, están totalmente explicadas en el Curso 3. La comprensión de estas verdades es absolutamente esencial para una vida victoriosa.
Dios quiere que veamos que, en Cristo, morimos a nuestra vida pasada. Ya no somos la misma persona que éramos antes. Somos “una nueva criatura” en Cristo. No tenemos que ceder a los pecados pasados. Morimos a todos nuestros pecados, incluyendo el pecado del mal genio. La Biblia dice:
Porque los que hemos muerto al pecado (incluyendo el mal genio), ¿cómo viviremos aún en él? (Romanos 6:2).
Pasos Prácticos que Debemos Dar
Hemos visto que la raíz que causa el mal genio es el YO, y hemos visto como Dios trata con él. Ahora veamos algunos pasos prácticos que debemos dar:

1 Debemos reconocer nuestra necesidad.
Mucha gente cuando se enoja, simplemente no reconocen su enojo. Dicen: “¡No estoy enojado!” Otros aceptan que tienen mal genio, pero no lo ven como un pecado serio.
En realidad el mal genio es uno de los pecados peores. La Biblia coloca la ira descontrolada junto con pecados como embriaguez, hechicería, adulterio y asesinato. (Ver Gálatas 5:19– 21). El mal genio simplemente no es aceptable en la vida de un cristiano. La Biblia dice:
Quítense de vosotros toda amargura, enojo, ira, gritería y maledicencia, y toda malicia (Efesios 4:31).
A menos que veamos la gravedad del mal genio y nos propongamos librarnos de él, no lo venceremos. Si nos conformamos en seguir como hasta hoy, no sabremos nada de la victoria de Dios sobre el pecado de la ira.
2Debemos aceptar la responsabilidad por nuestro mal genio.
Es muy fácil disculparnos echándole la culpa a otra persona por nuestro mal genio. Decimos, “Si fulano no me hubiera hablado en esa forma, no me habría descontrolado”. En otras palabras, pensamos que el mal genio es un problema externo, causado por algo que viene de afuera.
El hecho es que el mal genio es un problema interno. El mal genio proviene de nuestro interior, no de afuera. Los demás pueden decir o hacer cosas que me incomoden pero nadie puede hacer que yo pierda el control excepto yo mismo.
3Debemos contar con nuestra muerte con Cristo.
Dios nos ha dicho claramente que Él nos ha librado del poder del pecado y del YO por medio de nuestra muerte con Cristo. Él nos dice que debemos contar con estas grandes realidades. La Biblia dice:
Así también vosotros consideraos muertos al pecado (incluyendo el pecado del mal genio), pero vivos para Dios en Cristo Jesús, Señor nuestro (Romanos 6:11).
Debemos poner en práctica las verdades de Dios. Cuando nos demos cuenta de que nos estamos enojando, podemos decir: “¡Un momento! No me estoy comportando como la persona que realmente soy. Ya no soy la persona que era antes. Mi antiguo y enojado “YO” fue crucificado con Cristo. No tengo que ceder a mi mal genio nunca más. Soy una nueva criatura en Cristo. Cristo vive en mí. Él es mi vida”.
4Debemos negarnos al YO.
Que perdamos o no el control del enojo, no se determina por lo que suceda exteriormente. Eso se determina por quien está controlando nuestro ser interno.
Para que Cristo pueda reinar, el YO debe permanecer en el lugar de muerte en la cruz.
Sólo Cristo tiene el derecho de dirigir nuestra vida, pero el YO aún intenta gobernarnos. Cada cristiano debe elegir si será gobernado por Cristo o por el YO.
El propósito de Dios es que Cristo reine en el trono de tu corazón. Para que Él pueda reinar, el YO debe quedarse en el lugar de muerte en la cruz.
Una cosa es comprender la enseñanza de que fuimos crucificados con Cristo. Es otra cosa el poner esto en práctica y realmente negarnos al YO. Pero esto es lo que debemos hacer. Jesús dijo:
Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame (Lucas 9:23).
Para vencer el mal genio, debemos negar al YO. ¿Qué significa negar al YO? Significa escoger la voluntad de Dios en lugar de la mía. Negar al YO es como decir: “No insisto en salirme con la mía. Acepto el plan de Dios”.
El mundo dice: “Preocúpate por ti mismo”, pero Jesús dice: “niégate a ti mismo”. Nunca podremos controlar el temperamento a menos que le entreguemos a Dios nuestra voluntad y escojamos la de Él.
Con el tiempo veremos que el Señor nos permitirá pasar por muchas situaciones en las que seremos despreciados, maltratados o molestos. Ésta es la manera en que Dios trata con el “YO” y con nuestro mal genio. El propósito de Dios en todas estas circunstancias es que aprendamos a tener paciencia y a negarnos a nosotros mismos, permitiendo de buena gana que Dios haga lo que quiere en nuestra vida.
Cuando alguien te hace esperar por mucho tiempo, no tienes que enojarte
Cuando alguien te hace esperar por mucho tiempo, no tienes que enojarte. Puedes decir: “Señor, Tú sabes que necesito aprender a tener paciencia. Tú estás al control de mis circunstancias y has permitido esto para enseñarme a ser más paciente”.
Cuando alguien dice o hace algo que hiere tu orgullo, tampoco debes enojarte. Puedes decir: “Señor, Tú sabes lo orgulloso que soy. Te doy gracias por tratar conmigo en cuanto a mi orgullo pecaminoso”.
Cuando otros no hacen lo que tú quieres y no puedes salirte con la tuya, ésta es la oportunidad para morir al YO. Puedes decir: “Señor, siempre quiero salirme con la mía, pero Tú sabes lo que es mejor para mí. Acepto Tu voluntad”.

En cualquier situación que el Señor disponga para nosotros, podemos decir: “Señor, esto es lo que Tú has dispuesto para mí y es Tu manera de tratar con mi vida egoísta y con mi mal genio. Acepto todo esto de Ti y te doy gracias por ello”.

domingo, 3 de noviembre de 2013

NO TE RINDAS, NO RENUNCIES

A pesar de que todo esté en contra, No te rindas, no renuncies…
Sigue adelante, Dios está contigo.
Todo lo Puedo en Cristo que me fortalece. Filipenses 4: 13
Cuando el camino
se hace cuesta arriba,
NO LO DEJES.
Cuando las cosas andan mal
- como a veces sucede -
NO ABANDONES.
Cuando no consigas resultados,
y se sumen los problemas,
NO TE RINDAS.
Cuando quieras sonreír
y sólo puedas suspirar
NO TE CAIGAS.
Cuando la suerte,
te sea adversa,
y no encuentres
fuerzas para seguir
NO RENUNCIES.
Cuando no encuentres
compañeros de lucha,
NO TE APURES.
Hay manos que sostienen las tuyas!
Cree y Siente en cada minuto de tu vida,
deja que tu alma ” vuele libre ”
por los jardines hermosos de la confianza
en algo superior que llega donde nuestra
visión no puede alcanzar ,
pero sí nuestro corazón puede sentir.
Tu alma desea estar libre
para darte fuerza y estímulo!
INTENTA !
Cierra los ojos por algunos minutos
y deja tus pensamientos volar
por sitios de amor.
No podemos cambiar el mundo,
ni quitar todo el dolor de la tierra ,
ni tener ya resueltos todos
nuestros problemas,
pero podemos a cada minuto
mirar con ojos del amor a cada cosa.
Si pensamos que todo es pasajero,
miraremos con cariño lo negativo
que te encamina a la elevación y perfección,
y luego observaremos con felicidad
el cambio del mal en bien ,
de tristezas en alegrías.
Lo que hoy nos hace sonreír
fueron las cosas que nos hicieron
llorar ayer.
Nuestras faltas de hoy también son
las alegrías de mañana.
Las personas se van ,
los amores se pierden en el tiempo,
los problemas se solucionan,
hasta el mismo sol se va cada noche
para renacer al día siguiente…
no te quedes en el medio del camino
porque allá… algo te espera !.



martes, 29 de octubre de 2013

EL NOVIAZGO ES PARA DISFRUTARLO

La etapa del noviazgo es una de las más hermosas que el ser humano puede experimentar en cuanto al amor. Es allí en donde el amor nace y crece y junto con ese sentimiento se da a luz a muchos detalles que hacen que los dos se enamoren más cada día.
El conocerse y aprender uno del otro con el tiempo lleva a enamorarnos de esa persona, a sentir cosas que no habíamos sentido antes, como las famosas maripositas en el estomago cuando algo lindo ocurre en la relación o como detalles pequeños pero de gran importancia que nos hacen suspirar. Personalmente me gusta estar enamorado, porque es un sentimiento hermoso que Dios nos ha permitido experimentar.
Las relaciones de noviazgo son ideales para demostrar a través de detalles pequeños lo mucho que amamos aquella persona la cual Dios quiso que conociéramos y con la que en algún momento compartiremos la vida juntos como matrimonio.
Hoy quiero dedicar este artículo a todos aquellos noviazgos unidos por Dios, con el objetivo de que valoren a través de detalles la bendición de tener a tu lado al amor de tu vida.

Cuando Dios nos une

Hay una gran diferencia entre hacer lo que nosotros creemos que es lo correcto y hacer lo que Dios quiere que hagamos. Cuando nosotros nos guiamos no por emociones, sino por lo que Dios quiere para nuestras vidas, entonces nuestras decisiones irán respaldadas por El, lo que hagamos será bendecido por el Señor, porque seguramente estaremos haciendo su voluntad.
Es lindo cuando el Señor une a una pareja, cuando no hay necesidad de forzar nada y que todo se da poco a poco y ese amor crece cada día porque se riega como una planta.
Una pareja que Dios ha unido es una pareja en donde existirá el respeto, en donde el amor es correspondido, en donde todo su entorno está a favor o por lo menos casi todo su entorno, y es que cuando las relaciones son de Dios llevan todas las de ganar, llevan todas las de ser bendecidos y disfrutar de esa etapa a la que considero una antesala al matrimonio.
Y es que no puedo dejar de pensar que un noviazgo que Dios aprueba es aquel que también tiene como objetivo llegar al matrimonio. No me imagino a un Dios aprobando un noviazgo de “prueba”, para haber si da o no da. Personalmente pienso que un noviazgo que Dios aprueba es aquel que lleva como objetivo casarse y formar una familia. Obviamente para eso tiene que pasar un par de años de noviazgo para conocerse muy bien antes de dar el paso final. Pero el objetivo número uno de esos noviazgos tendrían que ser llegar al matrimonio, porque se supone que supieron esperar el tiempo de Dios y porque Dios permitió que todo se diera, por ende se supone que en un futuro sería un buen matrimonio constituido por Dios.
Cosa contraria es cuando entablamos una relación sin pensar en un futuro, en donde lo único que se quiere es dejar de sentirse solo, teniendo a alguien para “compartir” momentos especiales, pero que realmente siempre terminan peor de cómo comenzaron.
Cuando Dios une una pareja es algo hermoso, aun recuerdo la primera vez que vi a mi amada Yamita, la vi tan hermosa, cautivo mi vista desde el primer momento, su sonrisa, su carita de ángel, me hacía que me pusiera hasta nervioso, para mí era y es la mujer más hermosa sobre la faz de la tierra.
Después de un tiempo de una hermosa amistad con ella, Dios puso en mi corazón la seguridad de que ella era la tan esperada ayuda idónea, esa mujer que me amaría más de lo que me imaginaba, esa mujer que estaría dispuesta a morir a mi lado por tratar de alcanzar nuestros sueños. Aun recuerdo un día que al verla sentí como un clic dentro de mí que me hizo sentir que ELLA ERA. Desde ese mismo momento jamás hubo duda en mi que ella era para mí y es que cuando Dios da un sentir lo da mutuo, ella también sintió lo mismo, era algo que estaba estipulado en la historia de Dios para mi vida. El tiempo exacto, el momento adecuado, todo en mi vida listo para que se diera el momento que tanto había esperado.
Cuando comenzamos nuestro noviazgo era algo más especial de lo que jamás había experimentado. Era un amor tan enorme, tan grande al cual no estaba acostumbrado. Me sorprendía la forma de cómo me amaba, me sentía querido, me sentía importante para ella y yo también trataba de corresponder al máximo, por fin había encontrado a la mujer que llenara mis expectativas y me hiciera sentir feliz, ahora estaba completo y listo para seguir el proceso de Dios en mi vida junto a mi amada.
Cuando Dios decide unirte a una persona, hará que todo se dé para ello. No tendrás que forzar nada, no habrá tiempo que haga cambiar ese amor, sino que los dos son el uno para el otro en todo sentido, es decir:UN COMPLEMENTO.

Disfruta tu Noviazgo.

Yo puedo dar testimonio que disfrute mi noviazgo, gracias a Dios nuestro noviazgo solo estuvo marcado de recuerdos hermosos, no peleábamos, no discutíamos y si lo hicimos fue una tan sola vez en nuestro noviazgo, ¡Claro sino, esto no era noviazgo! (hehehe) pero algo que aprendimos era a disfrutarlo al máximo, ¿Para qué pelear?, ¿Para qué discutir?, no traía nada provecho sino que lejos de ser provechoso desgastaba la relación.
Aprendimos a tenernos confianza el uno al otro, vivíamos a una distancia muy considerable, eran cinco horas de viaje, por lo que decidimos que el tiempo que nos veíamos teníamos que aprovecharlo para disfrutar de esa hermosa etapa.
Hablábamos a diario por teléfono, mi celular sufría porque eran horas y horas las que pasábamos hablando mientras mi oído sentía como que un ángel le susurraba, era hermoso, una etapa única que no iba a repetirse, pero que en el matrimonio iba a ser aun mejor.

¿Estás disfrutando tu noviazgo?

Muchos de los que en esta hora me leen saben que es no disfrutar de un noviazgo, saben que es no valorar a una persona y valorarla hasta que ya no está a nuestro lado.
A veces nos pasamos la vida peleando o discutiendo por cosas sin importancia, destruyendo poco a poco esa bonita relación que inicio como una historia de amor, pero que poco a poco se va transformando en una historia de terror en donde los corazones dañados abundan.
El noviazgo es para disfrutarlo, es para compartir momentos únicos en la vida con aquella persona que movió tu alfombra, es para hablar con esa persona por horas y conocerla aun más. Es para saber cuáles son sus gustos e intereses y para apoyarse mutuamente.
Es una etapa para escuchar y ser escuchado, una etapa en donde juntos pueden hacer tantas cosas que se propongan.
Una etapa en donde pueden demostrar que aman a Dios guardándose, respetándose mutuamente y en donde su único objetivo tendría que ser agradar a Dios.
No pelees más, aprende a aceptar a esa personita que tienes a tu lado, aun con sus defectos y errores, recuerda que tú tampoco eres tan perfecto, el amor consiste en eso, en aprender a aceptarse uno a otro con amor y a apoyarse no solo en los momentos de victorias, sino en los momentos malos también.
Ama a esa persona como te gustaría que te amen, no esperes solo recibir, da también, porque es mejor dar que recibir, y de lo que siembres, así también cosecharas. Si quieres que te traten bien, entonces trata bien, si quieres que confíen en ti, entonces confía también en esa persona. Aprende a que tu relación este cimentada en Dios, porque si es así todo te saldrá bien.
No eches tu relación a la basura por momentos de locura, no hagas que tu historia de amor se termine por momentos de “placer”, respeta a tu novia y chicas respeten a sus novios. El amor va mas allá del sexo o cosa semejante, el amor es comprensión, el amor es atención, el amor es respeto, el amor es paciencia, el amor es sinceridad y sobre todo el amor proviene de alguien que está al tanto de tu relación, el es Dios.

El maltrato no es amor.

Lastimosamente también existe en el noviazgo el maltrato verbal y físico, aquellas personas que se creen dueños de otra, que creen que siempre tienen la razón en todo aunque no la tengan y de lo que dicen tener no sea lógico. Pero que a través de amenazas y palabras que dañan la integridad o moral de la otra persona tratan de que la otra persona los ame.
Señoritas, si tu eres una víctima del maltrato verbal o físico de parte de tu novio: ¿Qué estás haciendo aun con esa persona?, ¡Eso no es amor!, una persona que en el noviazgo te maltrata, ¿Qué no hará en el matrimonio?, si en el noviazgo que es una etapa de amor, de maripositas en el estomago y de sensaciones únicas hace esto, entonces ¿Qué mas hará más adelante?
Con toda seguridad te digo que debes correr por tu vida, no sigas en una relación de noviazgo en donde te estén maltratando, la voluntad de Dios para tu noviazgo no es esa. El noviazgo es una etapa hermosa en donde el amor tiene que ser quien la comande y si aun no lo has entendido, eso no es amor. Valórate, respétate a ti misma y a la imagen de Dios en tu vida, Dios no quiere eso para ti.

Respeto siempre será sinónimo de amor.

En el noviazgo el respeto siempre será sinónimo de amor. Si tú novio o novia no te respeta, entonces difícilmente te amara. El amor es respeto, aceptación, compresión, respaldo y todo lo contrario a eso no es amor. Aprendamos a amar a nuestra pareja.
Hay muchas personas que no valoran a la persona que tienen a su lado, personas que creen que pueden encontrar “algo mejor” y van por la vida probando docenas de relaciones porque jamás están conformes con lo que tienen. No caigas en ese error, no eches a la basura una bonita relación por locuras tuyas, por pensamientos que no tienen nada de correctos.

Esta etapa será única

¿Quieres tener buenos recuerdos de tu noviazgo?, entonces trata de disfrutarlo, deja a un lado todo aquello que te está impidiendo hacerlo. Permite que esta etapa sea positiva en tu vida y que te marque positivamente para que en un futuro muy cercano puedas estar gozando de un matrimonio feliz.
Sorprende a tu novio o a tu novia con detalles hermosos, con esos detalles que quedaran en la memoria, cosas pequeñas de gran valor, escríbele lo que sientes lo que esperas de un futuro cercano. Enamórala cada día, se romántico, aunque no sea tu personalidad. Muchos de nosotros tuvimos que hacer cosas que jamás pensamos hacer por tal de enamorar aun más a nuestra amada. ¡Hazlo!, sal de la rutina, demuestra a través de tus acciones que realmente amas a esa persona y que juntos nadie los puede detener.
Sírvanle al Señor, desgasten su soltería en el Señor, hagan cosas juntos, sirvan juntos, asistan a todas las actividades de sus Iglesias, no se olviden nunca de Dios y de su relación personal con El. Jamás sustituyan a Dios por ustedes, al contrario, siempre tomen un tiempo para hablar con Él, si fuera posible oren juntos, pídanle a Dios que siempre mantenga en sus corazones ese amor del uno hacia el otro, estoy seguro que si esa relación es de Dios, TODO SALDRA PERFECTO.
Si hasta el momento habían hecho mal las cosas, aun es tiempo de enderezar lo pasos, si han fallado a Dios, si se trataron de formas equivocadas, si en algún momento se dañaron, todavía es oportunidad de restaurar esa relación, pero la única forma es entregarle sus vidas por completo al Señor y entregar esa relación en sus manos, para que Dios sea quien pueda gobernar sobre ustedes.
Examinen y reflexionen sobre donde estuvieron sus errores y comprométanse con Dios a poner de su parte para cambiar su historia que se estaba convirtiendo en negativa.
Hoy es un buen día para comenzar de nuevo, para pedirle perdón a Dios, para prometerle una vez más que ahora si lo intentaras.
Hoy es un buen día para comenzar a amar con más fuerza, para ir delante de tu amada o amado y decirle lo mucho que quieres que salgan bien las cosas y si realmente Dios los ha unido, entonces todo el camino se enderezara, porque lo que Dios une nada lo desune.

“El que ama tiene paciencia en todo, y siempre es amable.
El que ama no es envidioso, ni se cree más que nadie.
No es orgulloso.
No es grosero ni egoísta.
No se enoja por cualquier cosa.
No se pasa la vida recordando lo malo que otros le han hecho.
No aplaude a los malvados, sino a los que hablan con la verdad.
El que ama es capaz de aguantarlo todo, de creerlo todo, de esperarlo todo, de soportarlo todo”.

1 Corintios 13:4-7 (Traducción en lenguaje actual)

Disfruta del amor en tu noviazgo y no te olvides jamás de agradar a Dios

domingo, 27 de octubre de 2013

LEYES PARA LOS NOVIOS


1 Abrir bien los ojos antes de casarse.
Después de casados deberán cerrarlos y darle para delante

2 La novia debe saber perfectamente que clase de esposa quiere el novio...
El novio……. debe saber que clase de esposo espera la novia. Deben ponerse de acuerdo y si ven que no van a cumplir es mejor seguir siendo amigos que divorciados.

El tiempo del noviazgo debe ser una maravillosa experiencia social.
No es solo el tiempo para los besitos y abrazos, sino para hacer juntos cosas para el Señor.

4 Lo que no hagan para el Señor durante el noviazgo no lo harán nunca de casados.
Ya que el diablo les hará creer cuando quieran servir al Señor que se quieren hacer los espirituales porque están casados.

5 Nunca deberán casarse porque, están cansados de los padres, ni porque se sienten solos, ni porque necesitan quien les cocine, lave, planche, etc.
Ni siquiera deben casarse para SER felices, ya que quien se casa para SER feliz quiere que la otra persona este siempre pendiente de el, y trata de ser feliz a costa de la infelicidad de la otra persona. La razón para casarse debe ser para HACER feliz, ya que hacer feliz a la persona que se ama es una meta alcanzable y cuando se alcanza una meta entonces uno es feliz.

No dejar jamás que cualquiera de los dos le levante la mano.
 Si la persona amada es golpeada durante el noviazgo lo seguirá siendo durante el matrimonio. Los golpeadores nunca pierden su costumbre es una enfermedad de la cual no se dejan sanar ni aun dentro de la iglesia.

El novio como la novia deben saber esperar.

Es fundamental para un buen matrimonio que el novio sepa esperar a la novia el tiempo que sea necesario , Dios dice en su palabra que el amor todo lo espera. Así que si es un amor verdadero va a saber esperar lo suficiente.

8 El novio debe ser especial con la novia.
Tratarla con amor y cariño como se lo merece, el debe mostrarle cuanto la ama si es que en verdad la ama, debe hacerles regalos, las chicas se sienten muy feliz cuando reciben aunque sea un pequeño regalo, La novia igualmente con el novio, porque el también es muy feliz cuando ella lo hace. Es una muy bonita muestra de Amor.

Deben tener muchísimo cuidado con las salidas que hacen.
 Es mejor que no salgan nunca solos, que siempre haya un tercero en medio, esto los va a ayudar muchísimo.

10 Pidan consejo primeramente al pastor.
Oren un tiempo, el tiempo es el que también ayuda a definir lo que Dios quiere, pero por sobre todo la oración es lo que los va a llevar a saber que es lo que Dios realmente quiere.

domingo, 20 de octubre de 2013

APRENDER A ESPERAR CON CONFIANZA EN EL SEÑOR

Las lecciones son parte de la vida que nunca acaban. Aunque la educación formal llegue a su fin, nunca dejamos de aprender lecciones vitales. Las verdades que DIOS nos enseña afectan el desarrollo de nuestro carácter, las decisiones que tomamos, y nuestro estilo de vida. Su influencia trasciende nuestra vida terrenal, hasta la eternidad.
Una de las lecciones más difíciles en cuanto a la fe que aprenderemos en esta vida, es esperar en el SEÑOR Quizás usted está enfrentando ahora una decisión crítica y no sabe qué camino tomar. O tal vez ha estado orando por un asunto, pero DIOS no le ha respondido. ¿Se trata de una situación difícil o dolorosa que le está consumiendo?
En esos momentos, lo único que queremos es tener dirección o alivio inmediatos, pero Salmo 27.14 dice:“Aguarda a JEHOVÁ; esfuérzate, y alientese tu corazón; sí, espera a JEHOVÁ”. Esperar en el SEÑOR significa mantenernos en nuestras circunstancias o condiciones presentes hasta que Él nos dé más instrucciones. Lejos de estimular la pasividad, este versículo llama a la decisión activa de descansar confiados en el SEÑOR y en su tiempo perfecto. No es el cese de las actividades, sino la paz de espíritu que nos acompaña durante todo el día.

Por qué hacernos esperar
La espera es particularmente difícil cuando una situación es estresante, o demanda una decisión. Pero comprender el porqué DIOS no ha respondido nuestras oraciones, dado alivio o dirección, puede ayudarnos a confiar en su sabiduría y tiempo perfecto.
A veces, no estamos preparados para dar el siguiente paso. DIOS tiene planes para nosotros, pero a veces nos hace detenernos para cambiar nuestros corazones. Quizás hemos estado tolerando un pecado en nuestra vida, o necesitamos ocuparnos de una mala actitud, o de una manera de pensar pecaminosa. El SEÑOR tiene lugares adonde llevarnos, y conoce aquello que debemos dejar atrás.
La demora puede tener el propósito de prepararnos para su llamado. David fue ungido rey siendo joven, pero pasó muchos años en el desierto, huyendo de Saúl. Por medio de todas las dificultades, el SEÑOR depuró su carácter y agudizó sus habilidades para el liderazgo. Cuando llegó el momento apropiado, DIOS lo puso en el trono.
Asimismo, DIOS puede mantenerle a usted en una situación incómoda, una labor aburrida, o una situación difícil. Pero recuerde esto: Él le está preparando para algo mucho mejor. Coopere con DIOS mientras espera, sabiendo que sus planes son buenos.
Es posible que los detalles de la voluntad de DIOS no estén todavía donde deberían estar. El SEÑOR es el dueño del tiempo, y Él lleva a cabo su plan con soberanía. No hay oración o ayuno que haga mover su mano antes de que esté dispuesto a actuar. Cuando Moisés vio la opresión de los israelitas, trató de corregir la situación matando a un egipcio abusivo (Éx 2.11-12). Pero el SEÑOR usó esta situación para enviarlo al desierto por cuarenta años hasta que murió el rey de Egipto (vv. 23-25). Después puso en acción su plan de liberación, utilizando a un Moisés de 80 años mucho más humilde.
Tal vez, las demoras del SEÑOR tienen el propósito de aumentar nuestra fe. Si Él nos diera de inmediato todo lo que quisiéramos, nunca aprenderíamos a caminar por fe. Pero cuando lo único que tenemos es una promesa de la Biblia sin una evidencia visible en la cual confiar, entonces nuestra fe es puesta a prueba. ¿Confiaremos en Él o en nuestras circunstancias? Al aferrarnos confiadamente a la Palabra de DIOS  sabiendo que Él nunca ha dejado de cumplir sus promesas, veremos la evidencia de su fidelidad todo el tiempo.
DIOS quiere enseñarnos perseverancia. Nos guste o no, la capacidad de perseverar en circunstancias difíciles, es un ingrediente esencial de la vida cristiana. Romanos 5.3, 4 (NVI) nos dice que “el sufrimiento produce perseverancia; la perseverancia, entereza de carácter; la entereza de carácter, esperanza”.Nuestras tribulaciones tienen el propósito, no de aplastarnos, sino de moldearnos a imagen de Cristo. Cuando soportamos la presión con absoluta confianza en el SEÑOR  con su fortaleza y perspectiva, emergemos pareciéndonos más a nuestro Salvador.
Posiblemente nuestra atención necesita reenfocarse en Cristo. Es fácil llegar a estar tan absorbidos por nuestros asuntos, que nos olvidamos del SEÑOR  pero nada capta tanto nuestra atención como una situación difícil o inquietante. Si DIOS no se apresura a darnos una respuesta o a solucionar el problema, entonces, en nuestra desesperación, comenzamos a hacer de Él nuestro enfoque principal.
Sin embargo, hay una diferencia entre buscar al SEÑOR  y buscar su intervención. Si nuestra única intención es que Él haga a nuestro favor lo que queremos, habremos errado el blanco. Esperar en el SEÑOR significa estar enfocados en Él, no simplemente en el resultado que deseamos.
Cómo debemos esperar
El provecho de nuestro tiempo de espera dependerá mucho de nuestra actitud y disposición mental. Ponerse nervioso y caminar de un lado a otro no solo es inútil, sino que perturba emocionalmente. El SEÑOR sabe qué es lo que hay que hacer.
Esperar con paciencia, tranquilidad y confianza. Esta clase de actitud es posible solo para quienes se han sometido a la autoridad de DIOS  Si creemos y aceptamos que Él quiere lo mejor para nosotros, y que todo lo hace para nuestro bien, entonces podremos descansar en su derecho de elegir el método y el momento adecuados. Si verdaderamente confiamos en Él, no maniobraremos, no manipularemos, y no nos apresuraremos.
Descanse en la Palabra de DIOS. La Biblia es nuestra ancla en los tiempos de espera. Una de las cosas más sabias que usted puede hacer es leer las Sagradas Escrituras todos los días, y pedirle al SEÑOR que le dé pasajes que traigan tranquilidad a su vida. Cuando hojeo mis Biblias viejas, encuentro versículos marcados que me ayudaron en los momentos difíciles. No confíe simplemente en la oración cuando tenga dificultades o necesite dirección. Aférrese a una palabra específica de DIOS  lo que le dará la perspectiva y la promesa de Él para usted. Entonces podrá decir con confianza: “SEÑOR, esto es lo que me has prometido en tu Palabra. Tú nunca vas en contra de tus promesas, y por eso me aferro a esta verdad mientras espero en ti”.
Esperar confiadamente, creyéndole a DIOS  Después de habernos sometido al SEÑOR y anclado en su Palabra, podemos esperar confiadamente en que su voluntad se hará presente. Él sabe exactamente qué hacer y cuándo lograrlo. El SEÑOR tiene el poder de reacomodar cualquier detalle para llevar a cabo su plan. Lo único que tenemos que hacer es creerle, y esperar su intervención.
Impedimentos de la espera
Sabiendo que la voluntad del SEÑOR se hace presente en quienes esperan pacientemente en Él, ¿por qué preferimos arreglar las cosas por nosotros mismos?
Porque tenemos un estilo de vida apresurado. Estar quietos y esperar la dirección de DIOS parece contraproducente, y por eso nos apresuramos a actuar. Además, sentarse en silencio con el SEÑOR toma demasiado tiempo. Preferimos pedirle orientación en el automóvil de camino al trabajo. Nuestras agendas están llenas, y la perspectiva de pasar un tiempo sin prisas y sin interrupciones para saber qué piensa Cristo, nos parece imposible. Pero es la única manera de escuchar su voz y de saber qué quiere.
Porque tenemos una perspectiva de corto plazo. Los restaurantes de comida rápida y los cajeros automáticos, son prueba de la mentalidad de nuestra sociedad de “tener las cosas ya”. Si duda de esto, observe la impaciencia de las personas cuando están en la fila del supermercado o esperando el cambio de luz en un semáforo. Queremos todo rápido, pero no hay una vía rápida hacia la madurez espiritual, y aprender a esperar en el SEÑOR es un elemento crucial para lograrlo. Nuestra exigencia de una gratificación inmediata nos ha cegado a los beneficios de la espera, que nos da una recompensa mayor. Al aprender a confiar en el SEÑOR y descansar en su tiempo perfecto, nos beneficia a lo largo de nuestra existencia, y también en el cielo.
Porque buscamos la orientación de otros. ¿A quién acude usted cuando no sabe qué hacer? Si toma el teléfono y describe su situación a tres o cuatro amigos, es muy probable que reciba consejos diferentes de cada uno de ellos. Aunque el consejo de otras personas puede ser útil, siempre debe pasar por el filtro de la verdad de la Palabra de DIOS  Convierta en un hábito buscar primero la dirección del SEÑOR antes de cualquier otra. Al fin y al cabo, solamente DIOS conoce los planes específicos que Él tiene para usted.
Porque dudamos de la ayuda de DIOS  Cuando se acerca amenazadoramente la fecha tope para tomar una decisión, o cuando situaciones indeseables siguen sin cambiar, podemos comenzar a preguntarnos si el SEÑOR intervendrá realmente. Nuestras circunstancias gritan: “¡DIOS se olvidó de mí!” Pero, el hecho de no poder ver lo que está sucediendo, no significa que el SEÑOR no está involucrado. “El SEÑOR recorre con su mirada toda la tierra, y está listo para ayudar a quienes le son fieles”
(2 Cr 16.9 NVI). Cuando sus ojos no puedan ver la evidencia, confíe en lo que usted sabe que es verdad.
Los resultados de la espera
¿Qué recibirán los que deciden esperar en el SEÑOR  Ante todo, Él promete escuchar y responder a quienes esperan pacientemente en Él (Sal 40.1) para darles instrucciones claras a fin de que puedan seguir el camino de JEHOVÁ (Sal 25.4, 5). También experimentarán todo lo bueno que Él tiene reservado para ellos, porque han permanecido en su voluntad (Lm 3.25).
Uno de los resultados más sorprendentes será la renovación de las fuerzas (Is 40.31). Normalmente, nos sentimos fuertes cuando estamos al frente de una responsabilidad, haciendo planes y ejecutándolos. Pero los caminos de DIOS son muy diferentes a los nuestros. Él promete fortalecer a quien se mantenga quieto y en silencio delante de Él, escuchando activamente su voz. El SEÑOR nos da poder para soportar la espera, y cuando finalmente habla, nos da las fuerzas para hacer lo que nos pide.


No sé lo que usted está esperando, pero sí sé que si cree en lo que DIOS le dice en su Palabra, y descansa con paciencia en la decisión y en el tiempo perfecto de Él, experimentará un nuevo espíritu de gozo y confianza. Crea en sus promesas y descanse confiadamente en la seguridad de Isaías 49.23: “No se avergonzarán los que esperan en mí”.

domingo, 22 de septiembre de 2013

¿Qué es la reconciliación cristiana? ¿Por qué necesitamos estar reconciliados con Dios?


Imagina dos amigos que tienen una pelea o discusión. La buena relación que una vez disfrutaron está tirante al punto de romperse. Ellos dejan de hablarse; la comunicación se considera demasiado incómoda. Los amigos gradualmente se convierten en extraños. Tal distanciamiento sólo puede ser revertido por la reconciliación. Ser reconciliado es ser restaurado a la amistad o armonía. Cuando dos viejos amigos resuelven sus diferencias y restauran su relación, ha ocurrido la reconciliación. 2 Corintios 5:18-19 declara, “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.”

La Biblia dice que Cristo nos reconcilió con Dios (Romanos 5:10; 2 Corintios 5:18; Colosenses 1:20-21). El hecho de necesitar la reconciliación, significa que nuestra relación con Dios estaba rota. Puesto que Dios es santo, nosotros somos los culpables. Nuestro pecado nos alejó de Él. Romanos 5:10 dice que éramos enemigos de Dios: “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por Su vida.”

Cuando Cristo murió en la cruz, Él satisfizo el juicio de Dios e hizo posible que los enemigos de Dios encontraran la paz con Él. Nuestra “reconciliación” con Dios, entonces, comprende el ejercicio de Su gracia y el perdón de nuestro pecado. El resultado del sacrificio de Jesús es que nuestra relación ha cambiado de enemistad a amistad. “Ya no os llamaré siervos... pero os he llamado amigos.” (Juan 15:15) ¡La reconciliación cristiana es una gloriosa verdad! Éramos enemigos de Dios, pero ahora somos Sus amigos. Estábamos en un estado de condenación por nuestros pecados, pero ahora somos perdonados. Estábamos en guerra con Dios, pero ahora tenemos la paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7). “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).

sábado, 21 de septiembre de 2013

Las recompensas de Dios

El ego no reconoce el verdadero origen de la "amenaza", y si tú te identificas con el ego, no entenderás la situación tal como es. Lo único que le confiere al ego poder sobre ti es la lealtad que le guardas. Me he referido al ego como si fuera una entidad separada que actúa por su cuenta. Esto ha sido necesario para persuadirte de que no puedes descartarlo a la ligera y de que tienes que darte cuenta de cuán extensa es la parte de tu pensamiento que él controla. Sin embargo, no nos podemos detener ahí, pues, de lo contrario, no podrías sino pensar que mientras estés aquí, o mientras creas estar aquí, estarás en conflicto. El ego no es más que una parte de lo que crees acerca de ti. Tu otra vida ha continuado sin ninguna interrupción, y ha sido, y será siempre, completamente inmune a tus intentos de disociarte de ella.


. En el proceso de aprender a escapar de las ilusiones, es impres­cindible que nunca te olvides de la deuda que tienes con tu her­mano. Es la misma deuda que tienes conmigo. Cuando actúas egoístamente con otro, repudias la gracia que esta deuda te ofrece y la vision santa que produciría. La palabra "santa" puede usarse aquí porque a medida que aprendes cuán endeudado estás con toda la Filiación , la cual me incluye a mí, te aproximas tanto al conocimiento como la vision lo permite. La brecha que entonces queda es tan diminuta que el conocimiento puede sal­varla y eliminarla para siempre.


. Todavía tienes muy poca confianza en mí, pero ésta aumentará a medida que recurras más y más a mí -en vez de a tu ego- en busca de consejo. Los resultados te irán convenciendo cada vez más de que ésta es la única elección cuerda que puedes hacer. Nadie que aprenda por experiencia propia que cierta elección le brinda paz y alegría, mientras que otra le precipita al caos y al desastre tiene más necesidad de persuasión. Es más eficaz apren­der a base de recompensas que a base de dolor porque el dolor es una ilusión del ego y no puede producir más que un efecto tem­poral. Las recompensas de Dios, en cambio, se reconocen inmediatamente como eternas. Puesto que este reconocimiento lo haces tú y no el ego, el reconocimiento mismo establece que tú y el ego no podéis ser lo mismo. Tal vez creas que ya has aceptado esto, pero aún no estás convencido de ello en absoluto. Prueba de ello es el hecho de que crees que debes escaparte del ego. Sin embargo, no puedes escaparte de él humillándolo; controlándolo o castigándolo.


. El ego y el espíritu no se conocen. Sólo mediante la disociación puede la mente separada mantener vigente la separación. Una vez que ha hecho esto, niega todos los impulsos verdaderamente naturales, no porque el ego sea una cosa separada, sino porque quieres creer que tú lo eres. El ego es un mecanismo para seguir albergando esta creencia, pero sigue siendo únicamente tu decisión de usar tal mecanismo lo que lo perpetúa.


. ¿Cómo puedes enseñarle a alguien el valor de algo que él mismo ha desechado deliberadamente? Tiene que haberlo dese­chado porque no le atribuyó ningún valor. Lo único que puedes hacer es mostrarle cuánta infelicidad le causa su ausencia e írselo acercando lentamente para que pueda ver cómo mengua su infor­tunio según él se aproxima a ello. Esto le enseña a asociar su infelicidad con la ausencia de lo que desechó, y lo opuesto a la infelicidad con su presencia. Comenzará a desearlo gradualmente a medida que cambie de parecer con respecto a su valor. Te estoy enseñando a que asocies la infelicidad con el ego y la felicidad con el espíritu. Tú te has enseñado a ti mismo lo contrario. Sigues siendo libre de elegir, mas a la vista de las recompensas de Dios, ¿puedes realmente desear las recompensas del ego?


. De momento, la confianza que yo tengo en ti es mayor que la que tú tienes en mí, pero no siempre será así. Tu misión es muy simple. Se te pide que vivas de tal forma que demuestre que no eres un ego, y yo no me equivoco al elegir los canales de Dios. El Santísimo comparte mi confianza, y acepta mis decisiones con respecto a La Expiación o la Liberación del miedo porque mi voluntad nunca está en desacuerdo con la Suya. Dije anteriormente que yo estoy a cargo de La Expiación o la Liberación del miedo. Esto es así debido únicamente a que completé mi papel en ella como hombre, y ahora puedo completarla a través de otros. Los canales que he elegido no pueden fallar porque les prestaré mi fortaleza mientras la suya sea insuficiente.


. Iré contigo al Santísimo, y mediante mi visión Él podrá salvar la diminuta brecha. Tu gratitud hacia tu hermano es la única ofrenda que quiero. Yo se la llevaré a Dios por ti, sabiendo que conocer a tu hermano es conocer a Dios. Si le estás agradecido a tu hermano, le estarás agradecido a Dios por lo que El creó. Mediante tu gratitud podrás llegar a conocer a tu hermano, y un momento de verdadero reconocimiento convierte a todo el mundo en tu hermano porque cada uno de ellos es Hijo de tu Padre. El amor no conquista todas las cosas, pero sí las pone en su debido lugar. Puesto que tú eres el Reino de Dios te puedo conducir de vuelta a tus propias creaciones. Ahora no las reconoces, pero aquello de lo cual te has disociado aún se encuentra ahí.


. A medida que te acercas a un hermano te acercas a mí, y a medida que te alejas de él, la distancia entre tú y yo aumenta. La salvación es "una empresa de colaboración. No la pueden emprender con éxito aquellos que se desvinculan de la Filiación porque al hacer eso se desvinculan de mí. Dios acudirá a ti sólo en la medida en que se Lo ofrezcas a tus hermanos. Aprende primero de ellos, y estarás listo para oír a Dios. Eso se debe a que el Amor sólo tiene una función

viernes, 20 de septiembre de 2013

Qué hacer para estar más cerca de DIOS

Esa es una pregunta cuya respuesta no está a nuestro alcance definirla. La respuesta más acertada a esa pregunta, la podremos encontrar al tratar de estar lo más cerca posible de la perfección en lo que respecta al hombre. 

No es necesario entrar en los terrenos de la religiosidad ni en los vericuetos de la filosofía de los valores de Dios, para captar la onda maravillosa que inspira ese principio. 

Sólo es apropiado destacar que en el hombre hay una posibilidad que no se encuentra en el animal. Esa posibilidad está en el uso de LA PALABRA, que es el medio que ha podido utilizar el hombre a través de los siglos para transmitirse, de una generación a la otra, los logros adquiridos y que cada vez se hacen más amplios y de mayor alcance.

Esta posibilidad no se encuentra en ninguna de las otras especies. 
No hay otra especie que pueda dejar plasmadas sus ventajas o sus errores para transmitirlas a las próximas generaciones de las mismas.

Así, podemos apreciar que la transmisión de LA PALABRA, de unos a otros es lo que ha dado al hombre el grado de conocimiento y eficiencia que éste posee.

Por medio de LA PALABRA todos los adelantos actuales han sido posible alcanzarlos debido a los avances que una generación le transmitió a las otras informándole sus logros y fracasos por medio de LA PALABRA

Esto, si lo analizamos en el orden físico, se puede observar claramente en los libros de ciencia que se estudian en las escuelas y universidades con métodos cada vez más avanzados. Pero en el orden espiritual es poco lo que se ha avanzado.

Nuestra conducta, cuando es parecida a la del animal, no manifiesta el propósito perfeccionante que rige las leyes del Universo. 

Es necesario establecer un patrón de conducta que quede asentado como principio fundamental para que de generación en generación se pueda avanzar hacia el grado de sensibilidad profunda igual al de la armonía universal que reina en todo lo que nos rodea y a lo cual pertenecemos aunque no lo podamos comprender a plenitud.

Para ello es necesario que los hombres se reúnan e intercambien sus logros y fracasos sentimentales para mejorar la condición humana.

Hay que crear escuelas, grupos, comunidades, etc., de capacitación fraternal, de manera que se avance en ese sentido y se establezcan normas de sentimiento fraternal, para lograr que el hombre se eleve fraternalmente en el mismo grado en que lo ha hecho física e intelectualmente. Hay que reunirse y formar grupos de intercambio fraternal y analizar y transmitir aquellos principios que ayuden a crecer ese sentimiento en el ser humano.

La reunión de varias personas buscando el principio que señala la idea de Dios es la solución más poderosa para los problemas inhumanos que afronta la humanidad.

No importa la religión o el principio filosófico que cada uno siga o profese, hay que transmitirse unos a otros la idea de amor que inspira Dios, ya que para esto es que Dios nos otorgó LA PALABRA.

No nos fue dada para insultarnos y transmitirnos deseos pasionales que engendran odio y frustraciones que solo conduce a aumentar más la insensibilidad que padece el hombre que no busca esa esencia maravillosa que se desprende de LA PALABRA Dios y lo que ella encierra. No hay que reunirse buscando alcanzar ventajas personales ni para adorar falsas imágenes que sólo pretenden ahuyentar el miedo a lo desconocido.

Si buscamos los principios que señalan a Dios, con seguridad lograremos ir descifrando misterios simples que parecen invisibles cuando no se abren los ojos del sentimiento. El sentimiento parece gritar: reúnanse, concilien diferencias, busquen la manera de crear grupos de aprendizaje de LA PALABRA Dios, ya que nos fue dada para que seamos imagen de Dios y semejanza de Su Amor.

No dejemos que tan precioso DON caiga en el vacío y se pierda lo más milagroso que tiene el hombre y que le fue otorgado como especie única capaz de transmitir LA PALABRA.
Utilicemos el poder que encierra este maravilloso regalo que Dios nos otorgó. No dejemos que se pierda inútilmente, transmitámosla sin parar y con el fervor más profundo de nuestro corazón, que sólo LA PALABRA de amor puede transmitir la verdad de Dios Debemos tener presente que el ser humano no ha nacido esencialmente para ser libre, sino para ser esencialmente "HUMANO" y este es el mensaje de las escrituras y el mensaje que está encerrado en cada posibilidad del ser humano.

El hombre debe ser imagen de Dios, no imagen de bestia, semejanza de Dios, no semejanza de animal salvaje. 

La diferencia está en LA PALABRA no la utilicemos en vano, aprendamos el camino de LA PALABRA que conduce a Dios. 

El animal no habla, sólo transmite quejidos y amenazas. Tal es el hombre que no conoce el poder verdadero de LA PALABRA.

Comuniquémonos: LA PALABRA es Dios.