domingo, 22 de septiembre de 2013

¿Qué es la reconciliación cristiana? ¿Por qué necesitamos estar reconciliados con Dios?


Imagina dos amigos que tienen una pelea o discusión. La buena relación que una vez disfrutaron está tirante al punto de romperse. Ellos dejan de hablarse; la comunicación se considera demasiado incómoda. Los amigos gradualmente se convierten en extraños. Tal distanciamiento sólo puede ser revertido por la reconciliación. Ser reconciliado es ser restaurado a la amistad o armonía. Cuando dos viejos amigos resuelven sus diferencias y restauran su relación, ha ocurrido la reconciliación. 2 Corintios 5:18-19 declara, “Y todo esto proviene de Dios, quien nos reconcilió consigo mismo por Cristo, y nos dio el ministerio de la reconciliación; que Dios estaba en Cristo reconciliando consigo al mundo, no tomándoles en cuenta a los hombres sus pecados, y nos encargó a nosotros la palabra de la reconciliación.”

La Biblia dice que Cristo nos reconcilió con Dios (Romanos 5:10; 2 Corintios 5:18; Colosenses 1:20-21). El hecho de necesitar la reconciliación, significa que nuestra relación con Dios estaba rota. Puesto que Dios es santo, nosotros somos los culpables. Nuestro pecado nos alejó de Él. Romanos 5:10 dice que éramos enemigos de Dios: “Porque si siendo enemigos, fuimos reconciliados con Dios por la muerte de Su Hijo, mucho más, estando reconciliados, seremos salvos por Su vida.”

Cuando Cristo murió en la cruz, Él satisfizo el juicio de Dios e hizo posible que los enemigos de Dios encontraran la paz con Él. Nuestra “reconciliación” con Dios, entonces, comprende el ejercicio de Su gracia y el perdón de nuestro pecado. El resultado del sacrificio de Jesús es que nuestra relación ha cambiado de enemistad a amistad. “Ya no os llamaré siervos... pero os he llamado amigos.” (Juan 15:15) ¡La reconciliación cristiana es una gloriosa verdad! Éramos enemigos de Dios, pero ahora somos Sus amigos. Estábamos en un estado de condenación por nuestros pecados, pero ahora somos perdonados. Estábamos en guerra con Dios, pero ahora tenemos la paz que sobrepasa todo entendimiento (Filipenses 4:7). “Justificados, pues, por la fe, tenemos paz para con Dios por medio de nuestro Señor Jesucristo” (Romanos 5:1).

sábado, 21 de septiembre de 2013

Las recompensas de Dios

El ego no reconoce el verdadero origen de la "amenaza", y si tú te identificas con el ego, no entenderás la situación tal como es. Lo único que le confiere al ego poder sobre ti es la lealtad que le guardas. Me he referido al ego como si fuera una entidad separada que actúa por su cuenta. Esto ha sido necesario para persuadirte de que no puedes descartarlo a la ligera y de que tienes que darte cuenta de cuán extensa es la parte de tu pensamiento que él controla. Sin embargo, no nos podemos detener ahí, pues, de lo contrario, no podrías sino pensar que mientras estés aquí, o mientras creas estar aquí, estarás en conflicto. El ego no es más que una parte de lo que crees acerca de ti. Tu otra vida ha continuado sin ninguna interrupción, y ha sido, y será siempre, completamente inmune a tus intentos de disociarte de ella.


. En el proceso de aprender a escapar de las ilusiones, es impres­cindible que nunca te olvides de la deuda que tienes con tu her­mano. Es la misma deuda que tienes conmigo. Cuando actúas egoístamente con otro, repudias la gracia que esta deuda te ofrece y la vision santa que produciría. La palabra "santa" puede usarse aquí porque a medida que aprendes cuán endeudado estás con toda la Filiación , la cual me incluye a mí, te aproximas tanto al conocimiento como la vision lo permite. La brecha que entonces queda es tan diminuta que el conocimiento puede sal­varla y eliminarla para siempre.


. Todavía tienes muy poca confianza en mí, pero ésta aumentará a medida que recurras más y más a mí -en vez de a tu ego- en busca de consejo. Los resultados te irán convenciendo cada vez más de que ésta es la única elección cuerda que puedes hacer. Nadie que aprenda por experiencia propia que cierta elección le brinda paz y alegría, mientras que otra le precipita al caos y al desastre tiene más necesidad de persuasión. Es más eficaz apren­der a base de recompensas que a base de dolor porque el dolor es una ilusión del ego y no puede producir más que un efecto tem­poral. Las recompensas de Dios, en cambio, se reconocen inmediatamente como eternas. Puesto que este reconocimiento lo haces tú y no el ego, el reconocimiento mismo establece que tú y el ego no podéis ser lo mismo. Tal vez creas que ya has aceptado esto, pero aún no estás convencido de ello en absoluto. Prueba de ello es el hecho de que crees que debes escaparte del ego. Sin embargo, no puedes escaparte de él humillándolo; controlándolo o castigándolo.


. El ego y el espíritu no se conocen. Sólo mediante la disociación puede la mente separada mantener vigente la separación. Una vez que ha hecho esto, niega todos los impulsos verdaderamente naturales, no porque el ego sea una cosa separada, sino porque quieres creer que tú lo eres. El ego es un mecanismo para seguir albergando esta creencia, pero sigue siendo únicamente tu decisión de usar tal mecanismo lo que lo perpetúa.


. ¿Cómo puedes enseñarle a alguien el valor de algo que él mismo ha desechado deliberadamente? Tiene que haberlo dese­chado porque no le atribuyó ningún valor. Lo único que puedes hacer es mostrarle cuánta infelicidad le causa su ausencia e írselo acercando lentamente para que pueda ver cómo mengua su infor­tunio según él se aproxima a ello. Esto le enseña a asociar su infelicidad con la ausencia de lo que desechó, y lo opuesto a la infelicidad con su presencia. Comenzará a desearlo gradualmente a medida que cambie de parecer con respecto a su valor. Te estoy enseñando a que asocies la infelicidad con el ego y la felicidad con el espíritu. Tú te has enseñado a ti mismo lo contrario. Sigues siendo libre de elegir, mas a la vista de las recompensas de Dios, ¿puedes realmente desear las recompensas del ego?


. De momento, la confianza que yo tengo en ti es mayor que la que tú tienes en mí, pero no siempre será así. Tu misión es muy simple. Se te pide que vivas de tal forma que demuestre que no eres un ego, y yo no me equivoco al elegir los canales de Dios. El Santísimo comparte mi confianza, y acepta mis decisiones con respecto a La Expiación o la Liberación del miedo porque mi voluntad nunca está en desacuerdo con la Suya. Dije anteriormente que yo estoy a cargo de La Expiación o la Liberación del miedo. Esto es así debido únicamente a que completé mi papel en ella como hombre, y ahora puedo completarla a través de otros. Los canales que he elegido no pueden fallar porque les prestaré mi fortaleza mientras la suya sea insuficiente.


. Iré contigo al Santísimo, y mediante mi visión Él podrá salvar la diminuta brecha. Tu gratitud hacia tu hermano es la única ofrenda que quiero. Yo se la llevaré a Dios por ti, sabiendo que conocer a tu hermano es conocer a Dios. Si le estás agradecido a tu hermano, le estarás agradecido a Dios por lo que El creó. Mediante tu gratitud podrás llegar a conocer a tu hermano, y un momento de verdadero reconocimiento convierte a todo el mundo en tu hermano porque cada uno de ellos es Hijo de tu Padre. El amor no conquista todas las cosas, pero sí las pone en su debido lugar. Puesto que tú eres el Reino de Dios te puedo conducir de vuelta a tus propias creaciones. Ahora no las reconoces, pero aquello de lo cual te has disociado aún se encuentra ahí.


. A medida que te acercas a un hermano te acercas a mí, y a medida que te alejas de él, la distancia entre tú y yo aumenta. La salvación es "una empresa de colaboración. No la pueden emprender con éxito aquellos que se desvinculan de la Filiación porque al hacer eso se desvinculan de mí. Dios acudirá a ti sólo en la medida en que se Lo ofrezcas a tus hermanos. Aprende primero de ellos, y estarás listo para oír a Dios. Eso se debe a que el Amor sólo tiene una función

viernes, 20 de septiembre de 2013

Qué hacer para estar más cerca de DIOS

Esa es una pregunta cuya respuesta no está a nuestro alcance definirla. La respuesta más acertada a esa pregunta, la podremos encontrar al tratar de estar lo más cerca posible de la perfección en lo que respecta al hombre. 

No es necesario entrar en los terrenos de la religiosidad ni en los vericuetos de la filosofía de los valores de Dios, para captar la onda maravillosa que inspira ese principio. 

Sólo es apropiado destacar que en el hombre hay una posibilidad que no se encuentra en el animal. Esa posibilidad está en el uso de LA PALABRA, que es el medio que ha podido utilizar el hombre a través de los siglos para transmitirse, de una generación a la otra, los logros adquiridos y que cada vez se hacen más amplios y de mayor alcance.

Esta posibilidad no se encuentra en ninguna de las otras especies. 
No hay otra especie que pueda dejar plasmadas sus ventajas o sus errores para transmitirlas a las próximas generaciones de las mismas.

Así, podemos apreciar que la transmisión de LA PALABRA, de unos a otros es lo que ha dado al hombre el grado de conocimiento y eficiencia que éste posee.

Por medio de LA PALABRA todos los adelantos actuales han sido posible alcanzarlos debido a los avances que una generación le transmitió a las otras informándole sus logros y fracasos por medio de LA PALABRA

Esto, si lo analizamos en el orden físico, se puede observar claramente en los libros de ciencia que se estudian en las escuelas y universidades con métodos cada vez más avanzados. Pero en el orden espiritual es poco lo que se ha avanzado.

Nuestra conducta, cuando es parecida a la del animal, no manifiesta el propósito perfeccionante que rige las leyes del Universo. 

Es necesario establecer un patrón de conducta que quede asentado como principio fundamental para que de generación en generación se pueda avanzar hacia el grado de sensibilidad profunda igual al de la armonía universal que reina en todo lo que nos rodea y a lo cual pertenecemos aunque no lo podamos comprender a plenitud.

Para ello es necesario que los hombres se reúnan e intercambien sus logros y fracasos sentimentales para mejorar la condición humana.

Hay que crear escuelas, grupos, comunidades, etc., de capacitación fraternal, de manera que se avance en ese sentido y se establezcan normas de sentimiento fraternal, para lograr que el hombre se eleve fraternalmente en el mismo grado en que lo ha hecho física e intelectualmente. Hay que reunirse y formar grupos de intercambio fraternal y analizar y transmitir aquellos principios que ayuden a crecer ese sentimiento en el ser humano.

La reunión de varias personas buscando el principio que señala la idea de Dios es la solución más poderosa para los problemas inhumanos que afronta la humanidad.

No importa la religión o el principio filosófico que cada uno siga o profese, hay que transmitirse unos a otros la idea de amor que inspira Dios, ya que para esto es que Dios nos otorgó LA PALABRA.

No nos fue dada para insultarnos y transmitirnos deseos pasionales que engendran odio y frustraciones que solo conduce a aumentar más la insensibilidad que padece el hombre que no busca esa esencia maravillosa que se desprende de LA PALABRA Dios y lo que ella encierra. No hay que reunirse buscando alcanzar ventajas personales ni para adorar falsas imágenes que sólo pretenden ahuyentar el miedo a lo desconocido.

Si buscamos los principios que señalan a Dios, con seguridad lograremos ir descifrando misterios simples que parecen invisibles cuando no se abren los ojos del sentimiento. El sentimiento parece gritar: reúnanse, concilien diferencias, busquen la manera de crear grupos de aprendizaje de LA PALABRA Dios, ya que nos fue dada para que seamos imagen de Dios y semejanza de Su Amor.

No dejemos que tan precioso DON caiga en el vacío y se pierda lo más milagroso que tiene el hombre y que le fue otorgado como especie única capaz de transmitir LA PALABRA.
Utilicemos el poder que encierra este maravilloso regalo que Dios nos otorgó. No dejemos que se pierda inútilmente, transmitámosla sin parar y con el fervor más profundo de nuestro corazón, que sólo LA PALABRA de amor puede transmitir la verdad de Dios Debemos tener presente que el ser humano no ha nacido esencialmente para ser libre, sino para ser esencialmente "HUMANO" y este es el mensaje de las escrituras y el mensaje que está encerrado en cada posibilidad del ser humano.

El hombre debe ser imagen de Dios, no imagen de bestia, semejanza de Dios, no semejanza de animal salvaje. 

La diferencia está en LA PALABRA no la utilicemos en vano, aprendamos el camino de LA PALABRA que conduce a Dios. 

El animal no habla, sólo transmite quejidos y amenazas. Tal es el hombre que no conoce el poder verdadero de LA PALABRA.

Comuniquémonos: LA PALABRA es Dios.

miércoles, 18 de septiembre de 2013

OSCAR Y VIVIANA ٩(●̮̮̃•̃)۶

EN ESTE CORTO PERO MARAVILLOSO TIEMPO QUE A PASADO
YO LES AGRADEZCO POR SER ESAS PERSONAS VISIONARIAS
QUE VISUALIZAN UN FUTURO DE OPORTUNIDADES Y CAMBIOS.
GRACIAS POR SU CONSTANCIA Y DEDICACIÓN,
POR NO DESCANSAR HASTA ALCANZAR LOS OBJETIVOS,
POR DARLE COLOR Y VIDA A LOS SUEÑOS,
POR LAS PALABRAS DE ALIENTO,
POR GUIARME Y ENSEÑARME EL BUEN CAMINO
POR AYUDAR A TRANSFORMAR VIDAS,
POR LUCHAR, SER FIRME Y PACIENTE.
GRACIAS POR TRABAJAR EN ARMONÍA
CON LOS QUE FORMAMOS ESTE GRAN EQUIPO,
AVANZANDO Y SUPERANDO OBSTÁCULOS,
NUTRIÉNDONOS EN EL CAMINO CADA DÍA.
GRACIAS POR DEMOSTRAR ESE AFECTO SINCERO
QUE NOS CONECTA UNOS CON OTROS,
POR SU EXCELENCIA EN TODOS SUS PROYECTOS
POR AYUDAR A ENFRENTAR LOS PROBLEMAS SIN PERDER LA META.
GRACIAS POR SER ESAS  PERSONAS CONFIABLES,
POR IMPULSARNOS CON LA MEJOR ACTITUD
PARA QUE BRILLEMOS EN LAS HABILIDADES
QUE HACEN DE ESTE EQUIPO UNA UNIDAD TRIUNFANTE,
UNA FAMILIA EN DIOS.

¡DIOS LOS BENDIGA¡

ISAÍAS 35:3-4
 FORTALECED LAS MANOS CANSADAS, AFIRMAD LAS RODILLASENDEBLES.
 DECID A LOS DE CORAZÓN APOCADO: ESFORZAOS, NO TEMÁIS; HE AQUÍ QUE VUESTRODIOS VIENE CON RETRIBUCIÓN, CON PAGO; DIOS MISMO VENDRÁ, Y OS SALVARÁ.


https://www.facebook.com/oscar.j.valero.7
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¿Por qué Dios dejo que me enamorara? por Enrique Monterroza

Cada vez que pienso en temas para noviazgo se me vienen una gran cantidad de preguntas que en algún momento me hice cuando soltero o preguntas que recibo vía correo electrónico de tantos solteros y solteras alrededor del mundo.
Hace poco alguien me pregunto: “Enrique, ¿Por qué escribes de temas sobre noviazgo?”, entonces respondí: “Cuando era soltero, siempre tuve muchas preguntas y ningún libro sobre noviazgo pudo contestármelas, entonces un día dije que escribiría sobre lo que siempre quise saber sobre noviazgo”. Yo sé de lo importante que es para una persona soltera ser orientado en estos temas de los cuales realmente casi nunca se habla en nuestras iglesias, pero que hay una necesidad muy fuerte de saber.
Este no será mi último tema sobre noviazgo, aunque casi he escrito sobre todo, pero hay tantas cosas que me gustaría hablar y escribir, que algún día tendré que escribir un libro estrictamente sobre noviazgo. Pero el artículo de hoy nace de una pregunta que una chica me hizo vía correo electrónico, esa pregunta fue:¿Por qué Dios dejo que me enamorara?
Al leer su carta, pude entender muy bien lo que ella me estaba queriendo explicar, porque yo en algún momento de mi vida de soltero, me hice la misma pregunta y quizá a lo mejor tú también te la has hecho, te la estás haciendo o quizá te la harás en algún momento de tu vida.
Por eso hoy quiero humildemente tratar de dar una respuesta a esa pregunta que la mayoría de los solteros se hacen en algún momento determinado. Este artículo va dedicado a todos aquellos solteros y solteras que se enamoraron de alguien que no los correspondió.

TE ENAMORASTE.

Algunas personas dicen: “Uno no escoge a la persona de quien enamorarse”, realmente esa frase es totalmente falsa, porque la verdad es que NOSOTROS SI ESCOGEMOS DE QUIEN ENAMORARNOS. ¿Acaso te impusieron de quien enamorarte?, ¿Acaso a punta de pistola te obligaron a enamorarte?, ¡No!, fueron los detalles, el tiempo, la compañía de esa persona lo que provoco que ese sentimiento especial naciera en tu vida.
Obviamente no estabas enamorado cuando la conociste o lo conociste, sino que con el transcurrir del tiempo y muchas características de esa persona cautivaron tu atención y provocaron en ti ese sentimiento de enamoramiento.
Pero también no todo es color de rosa, si bien es cierto nosotros somos los que escogemos de quien enamorarnos, no tenemos control sobre los sentimientos de la otra persona. Es decir que el hecho de que tú permitas que nazca en ti el sentimiento de enamorarse, no significa que también la otra persona sentirá lo mismo, a no ser que esa persona sea la que Dios quiere para tu vida. Entonces, allí el mismo sentimiento abarcará a las dos personas y todo será más fácil.
¿Pero qué, de aquellos que se enamoraron de alguien, y la otra persona no siente lo mismo?, Simple y sencillamente es duro darte cuenta de eso y muy difícil asimilarlo. Y es que a veces creemos que por el hecho de que nosotros sentimos “un gran amor” hacia esa persona, ella también tiene que sentir lo mismo por nosotros si o si. La verdad es que NO necesariamente, si esa persona no es para ti, aun cuando hagas lo que hagas, simplemente NO SERA PARA TI.
Ese sentimiento de rechazo o de saber que no es lo que pensabas o sentías nos lleva a sentirnos mal, a creer que no fuimos hechos para el amor, a pensar que nunca encontraremos a alguien que nos ame de la forma que queremos o a pensar locamente que si no es esa persona la que nos va a amar, entonces no queremos que nadie más lo haga.
Y es que el hecho de saber que la persona de la que estábamos enamorados no siente lo mismo, hace que sintamos de todo, es como un sentimiento indescriptible que nos hace sentir tristes, sin rumbo y destruidos sentimentalmente hablando.
Es allí en esos momentos en donde estas triste de saber que esa persona quizá no será para ti, en donde piensas de todo, lloras en soledad, te sientes mal y oras mucho a Dios pidiéndole que QUITE DE TU CORAZÓN ESE SENTIMIENTO hacia esa persona. En ese momento nos hacemos la pregunta de la cual titule este articulo.

¿Por qué Dios dejo que me enamorara?

En primer lugar Dios jamás te obligara a hacer algo que tu no quieras hacer, jamás te torcerá el brazo y te dirá lo que tienes que hacer, nunca te apuntara con un arma y obligara a enamorarte.
Eres tú, el que lo decidió, así de simple. La Biblia nos enseña que Dios nos dio una libre decisión, lo podemos ver desde el principio con Adán y Eva. Dios te dio el privilegio que decidieras todo en tu vida, eso sí, tus decisiones buenas tendrás resultados buenos y tus decisiones malas, tendrán sus resultados malos.
Tú no puedes pensar que Dios te dejo que te enamoraras, porque a lo mejor sucedieron una serie de situaciones antes para que eso no pasara, pero tus ojos estaban fijos en ese objetivo, no escuchaste consejo, no quisiste ver la realidad y estabas dormido sobre la nube del “amor” y por eso no percibiste que esa persona a lo mejor no era para ti.
Personalmente me parece equivocado el pensar que Dios te hace que te enamores de alguien para no darte a esa persona. Si fuera así, entonces Dios sería demasiado cruel, al ilusionarnos con algo que nunca será, más DIOS NO ES ASÍ. El no tiene ni una pisca de crueldad, ni mucho menos te ilusiona, la Biblia dice que cuando El promete, El cumple, El nunca te ilusionara, si sabe que no te dará algo. Eres tú, quien decide hacerte ilusiones, eres tu quien crea una historia ficticia para hacerte pensara a ti mismo que las cosas son como tu quisieras que fueran, cuando realmente las cosas no son como tu quisieras que fueran.
Dios dice en su Palabra: “Sobre toda cosa guardada, guarda tu corazón; Porque de él mana la vida”(Proverbios 4:23). Y es que si hay alguien que conoce el corazón del hombre ese es Dios, nuestro Creador, el sabe que somos propensos a tener sentimientos engañosos. La Biblia dice en Jeremías 17:9 “Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?”.
Lastimosamente muchos de nosotros no tenemos cuidado de guardar nuestro corazón, nos ilusionamos con tanta facilidad y tan rápidamente, que no le consultamos a Dios antes de tomar decisiones en este ámbito, cuando lo correcto sería: Consultar a Dios y esperar su respuesta.
Quizá alguien hasta este punto diga: “Yo le consulte a Dios y él me dijo que esa persona era para mí”. ¡Ojo!, tenemos que tener mucho cuidado de esto, no podemos andar diciendo: “Dios me dijo”, cuando Dios a lo mejor no ha dicho nada. Pasa que a veces los mismos sentimientos mézclados nos hacen creer que Dios nos avalo esa relación, cuando quizá la realidad sea otra.
Un dicho dice: “No todo lo que brilla es oro”, yo lo aplicaría a estas situaciones diciendo: “No todo lo que sientes es real”. Y digo esto, porque hazte una pregunta: ¿Cuántas veces has sentido lo mismo por alguien?, quizá sea varias ocasiones o para algunos sea la primera de varias. Y es que nosotros somos seres sentimentales, necesitamos aprecio, necesitamos sentirnos amados, queridos, respetados y todo ello muchas veces no hacen una mala jugada. Nuestros sentimientos de no ponerlos en las manos de Dios, pueden llevarnos a fracasos tras fracasos.
Hay una cosa que tienes que tener bien claro y es: DIOS no te obligo a que te enamoraras, porque lo que Dios provoca siempre es perfecto porque proviene de Él y nada que provenga de Él puede ser imperfecto.

¿Cómo hacer para lo que siento desaparezca?

No quiero engañarte, no te voy a decir que ores y que mañana ya no sentirás nada, porque a lo mejor no será así o quizá Dios le plazca hacer algo poderoso en tu vida y provoque de un día para otro ya no sientas nada por esa persona. Pero por lo general las cosas no son así y eso tienes que entenderlo. Así como para enamorarte fue un proceso de varios días, de varios detalles y de situaciones que te llevaron a sentir todo eso, así también para dejar de sentir todo eso requiere de un proceso que no será fácil, pero que eres capaz de sobrevivirlo.
Tienes que tener claro que será un proceso a mediano o largo plazo, pero que al final tu corazón quedara curado por completo y estará listo para ser visitado en su tiempo.

En ese proceso tienes que respetar varias cosas, entre ellas:

• Busca de Dios diariamente, lo primero y lo mas importante en todo esto es la comunión que tienes que tener con el Señor, lee la Biblia, reflexiona en ella, habla con Dios en oración, congrégate y si tienes algún talento sírvele al Señor en alguna área, todo ello te ayudara a estar fortalecido espiritualmente en todo este proceso.
• No le llames por teléfono.
• No envíes ningún mensaje de texto, ni siquiera para saber cómo esta o saludar a esa persona, porque tú muy bien sabes que eso puede provocar comentarios que te confundirán más y el proceso se alargara.
• Cuidado con tus comentarios en Facebook, Twitter, MSN u otras redes sociales, no des entrada a cosas que te confundan y te hagan más largo y doloroso este proceso.
• Si te lo encuentras por la calle, salúdalo nada más y no des lugar a conversaciones largar, ni mucho menos a conversaciones de recuerdos. Porque tú muy bien sabes que los sentimientos se alborotan cuando te encuentras con alguien por el cual sentiste algo en algún momento y recordar esos momentos hacen que tus sentimientos se alboroten y las dudas vuelvan y entonces el proceso se hará más largo.
• Distrae tu mente, sale con tus amigas o amigos, practica un deporte, haz algo, no te quedes solo mucho tiempo porque darás lugar a que pensamientos sobre eso te ataquen todo el día. Entre más utilizas tu tiempo libre para realizar diversas actividades será mejor.

NO TODO ESTA PERDIDO.

Hay algo importante en todo esto y es el hecho de entender que el hecho que no hayas sido correspondida o correspondido como querías, no significa que es todo para ti en el amor y que jamás te enamoraras de nuevo.
Un error no significa que todo está acabado. Tú fuiste creado por Dios y El sabe que no es bueno que este solo, por eso te creó una ayuda idónea, un complemento perfecto para ti y el cual existe en algún lugar, solo que aun no ha llegado el tiempo en que se muestre como tal a tu vida.
A veces el verdadero amor está más cerca de lo que pensamos, pero nuestra vista es limitada y vemos lo que queremos ver, cuando quizá no nos estamos dando cuenta lo hermoso que es Dios poniéndonos personas que realmente te amaran tal y como eres, que te respetaran, que te apoyaran y que serán para ti tu complemento perfecto.
Princesa de Dios, tu naciste para ser conquistada por un Príncipe de Dios, esa persona que será de parte de Dios y que te hará sonreír porque te darás cuenta que es tu complemento perfecto. No llores mas, no creas que tu oportunidad se te fue, ni que Dios te quito esto o lo otro, al contrario, Dios tiene planes más perfectos de los que tu tenias para ti misma. Los de El son hermosos y no tienen probabilidad de error, porque todo lo hace en su tiempo, el cual es perfecto.
Hoy te invito a que te levantes y comprendas que lo que viene será mejor de lo que un día pensaste, porque así es Dios, porque así lo ha planeado para tu vida, porque su objetivo es verte feliz porque eres la niña de sus ojos y porque te ha amado con amor eterno, ¡Vamos! No llores más, porque lo que pronto recibirás será uno de los mejores regalos que Dios te ha otorgado.

¡Dios no se ha olvidado de ti!


ORAR

Orar es practicar la presencia de Dios. Es el lugar donde abandonamos el orgullo, alimentamos la esperanza y donde se hace la súplica. Con la oración admitimos nuestra necesidad y en plena humildad aceptamos que dependemos de Dios. La oración es una práctica necesaria de todo cristiano. La oración es el ejercicio de nuestra fe. Es el privilegio de tocar el corazón del Padre mediante su Hijo Jesús.
DEJA TU PETICION EN
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